Cómo preparé el Proyecto SYR

¡Ahí te quiero ver…!

…haciendo kilómetros día a día. Ese es para mí el verdadero sacrificio que supone el reto. Seguir diariamente un plan de entrenamiento que te obliga a estar sometido a una firme disciplina, a veces con más motivación y a veces con menos… o ninguna. Es entonces, en los momentos de bajón, cuando, en el portal de tu casa, a punto de salir a entrenar, correr tres horas te parece un mundo, algo casi imposible. En cambio, en los momentos buenos, si un día te toca correr con peso, no dudas en coger la mochila y llenarla con las páginas amarillas, las blancas y los volúmenes de la Historia de España que permanecen aburridos en la librería. Y siempre muy temprano, para interferir lo menos posible en la familia; con un poco de suerte, a tu regreso los encontrarás desayunando.

Evidentemente, todo esto no puedo hacerlo solo, porque necesito el asesoramiento de profesionales. Jamás podré pagar la ayuda que estoy teniendo de mi preparador físico, Óscar Casero; mi médico y nutricionista, Javier Alonso Alfonseca; y Fernando Chacón, gran atleta y una de las personas que más saben de material deportivo. Ellos son los tres pilares sobre los que se asienta mi preparación.

 

Óscar Casero. Preparador Físico


imagen-oscarPara Óscar, una sola de estas pruebas, cualquiera de las tres que componen Proyecto SYR, requiere una preparación de años, y más si se trata de una persona con poca experiencia en este tipo de carreras. La dinámica de entrenamiento puesta por Óscar combina sesiones de poca duración y mucha intensidad con otras de mucha duración y poca intensidad. Es un plan de entrenamiento personalizado y flexible, que procura adaptarse a mis circunstancias personales y profesionales. Además, una de las claves del entrenamiento es el factor psicológico, elemento fundamental en esfuerzos extremos. La principal preocupación del preparador son las lesiones, por lo que prefiere que afronte las carreras un poco por debajo de mi máximo rendimiento, pero «entero». Dado que el raid de Reunión es muy montañoso, las sesiones de pesa toman mayor protagonismo.

 

Javier Alonso Alfonseca. Medicina deportiva


imagen-JavierJavier cambia la estrategia nutricional en función de la prueba a realizar. No responde igual el organismo en una carrera en el desierto, que en otra en el Ártico. Las explicaciones médicas a las sensaciones y estados fisicos y mentales que uno experimenta en largas carreras de aventura te dejan sorprendido. A la hora de planificar la alimentación, hay una regla de oro que jamás se debe olvidar: comer sin hambre y beber sin sed. Es todo un lujo contar con la ayuda de este reconocido y gran especialista.

 

Fernando Chacón. Experto en material deportivo


fernando-chaconLa primera vez que lo vi correr fue en una popular. Iba en cabeza; apretaba los dientes y pisaba con tanta fuerza que casi le patinaban los pies. Ahí van sus impresiones:

»El proyecto SYR no sólo ha supuesto un reto para Eduardo sino para todos los que trabajamos a su lado en los campos más diversos. Desde su primera aventura por las arenas del Sahara Eduardo y yo hemos mantenido una estrecha relación personal y profesional. Con su reto me obliga a investigar y mejorar y confieso que otras veces él me ha servido como banco de pruebas.

Su primera aventura en el Sahara era nuestro debut como equipo y, la verdad sea dicha, no salió demasiado bien, pues él se empeñaba en llevar Gore Tex para evitar la entrada de la fina arena del desierto y yo aseguraba que la tierra entraría en su pie de todas maneras y ello sacrificaría la transpirabilidad. Supongo que sus ampollas me dieron la razón y desde entonces aumentó su confianza en mí. La siguiente aventura, además de contar con su mayor confianza y un utilísimo listado de material facilitado por el organizador, supuso llevármelo a mi terreno. En esta ocasión le esperaba el hielo ártico y yo, como montañero que soy aparte de corredor, había vivido en carnes propias el caminar sobre hielo y enfrentarte al termómetro cuando decide bajar de cero. Nuestro vínculo personal era cada vez más fuerte, siendo así que incluso le cedí, hasta con cierto aire de orgullo, algún material para su aventura. Iba con el mejor equipo pero la diosa Fortuna quiso que Eduardo, que no sólo de fuego y azufre está hecho el infierno, con unas temperaturas extremas incluso para esos lares, finalizara su aventura antes de lo previsto. Pero siendo positivos, Eduardo una vez más salió indemne.

Ahora nos acercamos al final de esta trilogía de la locura del hombre por explorar lo imposible. Y de nuevo las dudas, las prisas, etc. Será el barro y no el hielo ni la arena quien dicte sentencia y sobre todo yo le temo a la humedad y la alta pluviosidad que harán de la ropa un elemento decisivo en su éxito. Como yo mismo le he dicho, al menos en ésta si te pierdes no te mueres; y es que, como buenos andaluces, siempre intentamos ver la vida con una sonrisa.»